La bailarina de futuro, un texto de Isadora Duncan


LA DANZA DEL FUTURO (Fragmento, Isadora Duncan)


Pero la danza del futuro tendrá que volver a ser un arte altamente religioso, como era entre los griegos. Porque el arte que no es religioso no es arte, es pura mercadería.

La bailarina del futuro será aquella cuyo cuerpo y alma hayan crecido juntos tan armónicamente que el lenguaje natural de esa alma se convierta en el movimiento del cuerpo. La bailarina no pertenecerá a una nación, sino a toda la humanidad. No bailará al modo de una ninfa, como un hada, ni como una coquette, sino como una mujer en su expresión más alta y pura. Ella dará cuenta de la misión del cuerpo de la mujer y la santidad de todas sus partes. Danzará la vida cambiante de la naturaleza, mostrando cómo cada parte se transforma en otra. De todas las partes de su cuerpo irradiará la inteligencia, trayendo al mundo el mensaje de los pensamientos y aspiraciones de miles de mujeres. Ella bailará la libertad de la mujer.

¡Oh, qué campo tan amplio la esta esperando! ¡No sienten que esta cerca, que esta llegando, la bailarina del futuro! Ella ayudará al género femenino a alcanzar un nuevo conocimiento de las posibilidades de fuerza y belleza que hay en sus cuerpos con la naturaleza terrestre y con los niños del futuro. Ella bailará nuevamente el cuerpo emergiendo de los siglos de desmemoria de la civilización, emergiendo no en la desnudez del hombre primitivo, sino en una nueva desnudez, ya no en guerra con la espiritualidad y la inteligencia, sino uniéndose a ellas ene una gloriosa armonía.

Esta es la misión de la bailarina del futuro. Oh, ¿no sienten que ya está cerca, no están impacientes por su llegada como yo lo estoy? Preparémonos para recibirla. Yo le construiré un templo para esperarla. ¡Quizá aún no haya nacido, quizá sea una niña!, ¡oh, gozosa!, puedes ser mi misión guiarla en sus primeros pasos, observar el progresos de sus movimientos día tras día, hasta que superando mi pobre enseñanza, sus movimientos lleguen a ser divinos, y reflejen en sí las olas, los vientos, los movimiento de las cosas en crecimiento, el vuelo de los pájaros, el paso de las nubes, y finalmente el pensamiento del hombre en su relación con el universo.

¡Oh, esta llegando, la bailarina del futuro: el espíritu libre que habitará el cuerpo de la nueva mujer;  más gloriosa que cualquier otra mujer haya sido; más bella que la egipcia, que la griega, que la temprana italiana, que todas las mujeres de los siglos pasados: la inteligencia más alta en el cuerpo más libre!




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